Cap. 1 [LA SONRISA BONITA.]

- Deja que te cuide por esta noche, pequeña.-Decía Dilan entremeciendose en una botella de whisky
-¡Estás loco! La vida es un conjunto de trabajos, de ideas, de relojes controlando el tiempo, es una lista de leyes y normas. No sé como puedes vivir así
- Intenta ser feliz.
- Lo soy, decía mirando su libro de biología.
- Déjame que seas mía, por solo una noche, una noche de la que no te arrepentirás
jamás y si es así no me hables nunca, soporta eso y no me hables nunca.
- Sigues siendo loco, no voy a dejar que me controles jamás.
- Y si es así... ¿por qué no te vas?, ¿Por que no te vas y coges tus libros y dejas de mirarme...?
- Solo por que tienes una sonrisa muy bonita.
- Deja que te contagie la sonrisa el señor ‘’sonrisa bonita’’
- Sabes que yo no soy así. Sabes que yo siempre e sido el ‘’2’’ en el amor, sabes que no soy como quieres que sea, ¿a que juegas?
- Juego a las sonrisas bonitas. Sonrio por que la bebida me hace sonreir, pero sé de otra cosa que me hace tener esta sonrisa.
- Estas perdiendo el tiempo.
- ¿De verdad crees eso?.-Decía Dilan acercándose a su boca.
El miedo se le metía por las venas, se moría de ganas por ver esa sonrisa convertirse en un beso, pero el miedo podía con ella.
Ella se apartó.
- Dilan...
- No tengas miedo.
Sus ojos negros brillaron como un velero en medio de la noche.
Pero justo en ese momento sonó el timbre.
- No te vallas, no seas cobarde.- Decía Dilan sin quitar los ojos de su boca.
- Adiós, Dilan.
No.. no te vayas.
Ella salió disparada pasillo abajo, Lisa se dio la vuelta y Dilan miró para el otro lado.
En ese momento Lisa miró al techo y pensó:
Solo tengo una vida, y las cosas buenas solo se viven una vez.
Se dio media vuelta, su corazón gritaba a voces su nombre, pero ya no había nadie, el pasillo estaba completamente solo.
Los ojos de Lisa, se convirtieron en una noche negra junto con un mar de lágrimas.

[2]
Lisa estaba tirada en su cama.
Desde que sonó el último timbre no había visto a Dilan, ni en los recreos ni por los pasillos.
¡Qué me pasa! Se decía a sí misma, sabía que había perdido una de las mejor oportunidades, pero sabía que el miedo era superior a sus deseos.
COBARDE, se decía, ¡soy una cobarde!
La garganta de Lisa estaba atropellada por un montón de lágrimas.
No era la primera vez que le había pasado algo parecido.
Como tampoco era la primera vez, que Lisa había estado persiguiendo a esa sonrisa bonita, como tampoco era la primera vez que Lisa había releído su facebook , mil veces para conocerle un poco más.

Dilan, era la clase de chico que la palabra ‘’amor’’ era sinónimo de sexo, la clase de chico descuidado que llevaba siempre los pantalones caidos y no se perdía ninguna fiesta de la zona.
Pero sin embargo Lisa era mucho más cuidada. Ella llevaba bastante tiempo con la idea de no tener a nadie a su lado otro año más.
Siempre había tenido miedo al amor, le parecía un sentimiento único, como una droga con sus efectos secundarios, pero que ella nunca los había sentido.
Ni si quiera ella sabía si utilizaba de escusa decir que esperaría para el chico adecuado.

Su chio adecuado lo había tenido ese día delante de sus ojos, y le había dado la espalda.
¿Pero por qué yo?, ¿por qué me quiere a mi?...
Una lágrima callo del ojito de Lisa, una de las mil que caerían atropelladamente en ese momento.
Lisa se hizo un hobillo y se tapo con su manta.
Si se ponía a pensar, pensaba que no podía estar sola. Todo giraba entorno al amor, la música, las películas, las fotos, todo el mundo parecía feliz.
Todos menos ella, que estaba tumbada en su cama llorando.
Sentía en su barriga un millón de mariposas, en su corazón una máquina de correr ya que no paraba de latir, y en sus ojitos lágrimas como cuchillas.